Tabla de contenidos
Origen del risotto de setas
El risotto, un plato emblemático de la cocina italiana con raíces que se remontan al siglo XI, ha conquistado paladares en todo el mundo con su textura cremosa y sabor inigualable. Originario del Norte de Italia, específicamente en la región de Lombardía, este manjar se preparaba originalmente con arroz, caldo y azafrán, creando una combinación que se convirtió en una delicia para los sentidos.
En cuanto al risotto de setas, su historia es un tanto más difuso. Si bien las setas han sido un ingrediente común en la cocina italiana durante siglos, su incorporación al risotto no tiene un origen puntual. Al ser un elemento frecuente en las recetas locales, no resulta sorprendente que hayan sido una adición natural al ya delicioso platillo.
Las setas, con sus distintos sabores y texturas, aportan una dimensión única al risotto. Desde los boletus y champiñones hasta las exquisitas trufas, existe una amplia variedad de opciones para elegir. La elección de las setas adecuadas puede marcar la diferencia en el resultado final del plato, ya que cada tipo aporta sus características únicas que realzan el sabor y la complejidad del risotto.
Preparar un auténtico risotto de setas requiere dedicación y paciencia, pero el resultado bien vale la pena el esfuerzo. El arroz Arborio, conocido por su alto contenido de almidón, es el preferido para esta receta, ya que contribuye a lograr la deseada cremosidad del plato. A medida que el arroz absorbe el caldo de forma gradual, se va liberando el almidón, creando una textura suave y aterciopelada que envuelve cada bocado.
El caldo, es otro elemento fundamental en el proceso de preparación. Aunque puede variar según la preferencia personal, el caldo casero siempre será la mejor opción para un sabor auténtico y rico. El caldo de carne, verduras o incluso un caldo de setas, potenciará el sabor del risotto y elevará el plato a nuevos niveles de delicia.
Algunos chefs también optan por incorporar vino blanco durante la cocción del risotto, aportando un toque de acidez y un sabor más profundo. Esta adición, junto con el ajo, cebolla y mantequilla, crea una base sabrosa que prepara el escenario para el estelar protagonista: las setas.
Una vez que el risotto está listo, es momento de incorporar las setas seleccionadas. Pueden ser salteadas previamente para realzar sus sabores, o bien, añadidas directamente al risotto mientras se termina de cocinar. De cualquier manera, el resultado será una explosión de sabores que conquistarán incluso a los paladares más exigentes.
Arroz ideal para el risotto
Como ya hemos mencionado, el arroz es el pilar fundamental del risotto de setas. De hecho, el término «risotto» proviene de la palabra italiana «riso», que significa arroz. En este exquisito plato italiano, el tipo de arroz utilizado marca una diferencia significativa en la textura y el resultado final.
El arroz arborio, originario de la región de Piedmont en Italia, es el elegido para crear el risotto de setas. Su característica distintiva es su alto contenido de almidón, que le confiere esa cremosidad y textura aterciopelada tan apreciada. Además del arborio, otros tipos de arroz de grano corto, como el carnaroli o el vialone nano, también son opciones adecuadas para este plato.
La elección del arroz es fundamental en el proceso de cocción del risotto de setas. Uno de los secretos para lograr su cremosidad característica es agregar el caldo poco a poco y revolver constantemente mientras se cocina el arroz. Esto permite que el almidón se libere gradualmente y se mezcle con el caldo, creando una textura suave y sedosa.
Es esencial evitar el uso de arroces comerciales que se promocionan como «no se pasa, no se pega», ya que generalmente han sido sometidos a un proceso llamado parbolizado, que elimina parte del almidón del grano. Este proceso no es ideal para el risotto, ya que el almidón es clave para obtener la cremosidad deseada.
También es importante tener en cuenta que el arroz integral no es recomendado para el risotto de setas. Aunque el arroz integral es una opción más saludable y nutritiva, su alto contenido de fibra dificulta la liberación del almidón necesario para conseguir la textura característica del risotto.
Ingredientes
- 320 gramos de arroz arborio (o cualquier otro arroz de grano corto recomendado)
- 250 gramos de setas frescas (pueden ser champiñones, boletus, o tu elección favorita, te dejamos un enlace donde puedes conseguirlas Faundez)
- 1 cebolla grande, finamente picada
- 2 dientes de ajo, picados
- 1 litro de caldo de pollo o vegetales (según tu preferencia)
- 150 ml de vino blanco seco
- 50 gramos de mantequilla sin sal
- 50 gramos de queso parmesano rallado (opcional, si prefieres la versión vegana, omite este ingrediente)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco para decorar
Como realizarlo paso a paso
Prepara el caldo: En una cacerola, calienta el caldo de pollo o de verduras a fuego medio. Mantenlo caliente a fuego lento mientras cocinas el risotto.
Saltea las setas: En una sartén grande, añade un chorrito de aceite de oliva y saltea las setas cortadas en láminas durante unos 5 minutos, hasta que estén doradas y tiernas. Resérvalas.
Sofríe la cebolla y el ajo: En la misma sartén, agrega un poco más de aceite de oliva y sofríe la cebolla y el ajo picados a fuego medio hasta que estén transparentes y fragantes.
Añade el arroz: Agrega el arroz arborio a la sartén y remueve bien para que se impregne de los sabores del sofrito.
Añade el vino: Vierte el vino blanco seco sobre el arroz y remueve hasta que se evapore el alcohol.
Cocina el risotto: Comienza a añadir el caldo caliente, una cucharada a la vez, mientras revuelves constantemente. Permite que el arroz absorba el caldo antes de agregar más. Continúa este proceso durante unos 15-18 minutos, o hasta que el arroz esté tierno pero al dente.
Incorpora las setas: Agrega las setas salteadas a la sartén con el risotto y mezcla bien.
Finaliza con mantequilla y queso (opcional): Fuera del fuego, incorpora la mantequilla y, si lo deseas, el queso parmesano rallado. Remueve hasta que la mantequilla se derrita y el queso se integre en la preparación.
Ajusta la sazón: Prueba el risotto y ajusta la sazón con sal y pimienta según tu gusto personal.
Gracias por tu tiempo y atención, pero que hay mejor que después de comer un buen risotto que un postre, te dejamos nuestra receta Tarta de queso, asegúrate de estar al tanto de nuestras próximas publicaciones. ¡Desde recetas al punto te prometemos que habrá mucho más por descubrir!